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ESPECIAL PALMA AFRICANA. Parte I

LOS CAMPESINOS DEL CURVARÁDO TUMBAN LA PALMA AFRICANA

Cuenca del Curvaradó / Cármen Del Darién / Chocó / Agosto 2007

Durante 12 días de Agosto cerca de 200 personas, entre Campesinos, Indígenas y miembros de organizaciones sociales nacionales e internacionales, han tumbado más de 40 hectáreas de cultivo de palma africana plantado en el territorio colectivo de las Comunidades negras y mestizas de las cuencas de los ríos Jiguamiandó y Curvaradó, en el Atrato medio chocoano.



La gota que colmó el vaso fueron las declaraciones del ministro de agricultura Arias a finales de julio afirmando que ya se estaban devolviendo algunas tierras a las comunidades. Los campesinos no callaron: “Los pocos campesinos que hemos vuelto ha sido jugándonos la vida, y acompañados por nacionales e internacionales, y no porque hubiera una sentencia o alguna resolución allá en Bogotá. Así que si el ministro lo dice entendemos que podemos empezar a recuperar más de nuestra tierrita, así que por eso estamos tumbando palma” , afirma con rotundidad uno de ellos, machete en mano, y rodeado de troncos de palma mutilados.




 

 


A pesar de las peticiones de Codechoco y del ejército nacional, de las llamadas desde Bogotá, de la presión de algunos medios y de las amenazas de los paramilitares “ ese corte de la palma, se le va a cobrar por otro lado y les va a salir muy caro, así como cortan por pedazos les va a pasar…” , a pesar de esas alusiones a la motosierra, los campesinos continuaron cortando lo que tenían previsto. No es la primera vez que reciben amenazas: “hasta un familiar directo de Vicente Castaño (principal jefe paramilitar) ha venido a ofrecernos un día dinero, y que si no ya veríamos lo que nos iba a pasar”. También acusan a la guerrilla “ ya llevamos más de cien muertos y ellos, los guerrillos, también han matado con un tiro en la nuca, se levantaron contra el Estado y se dicen que bandidos, pero desgraciadamente la mayoría de nuestros difuntos son por parte de los paramilitares y el ejército”.




 





En una entrevista a la revista Semana, ya en el 2005, Vicente Castaño reconoció: “En la región de Urabá (Curvaradó y Jiguamiandó) tenemos cultivos de palma. Yo mismo conseguí a los empresarios para invertir en esos proyectos, que son duraderos y productivos”. El otro jefe paramilitar de la zona Fredy Rendón ,alias El Alemán, comentó en su desmovilización: “El señor Vicente Castaño tiene unas personas que ha jalonado para sembrar palma en la región, pero sobre eso es él quien debe responder. También hay unas fincas por Ríosucio que son suyas, compradas a los facinerosos de esas comunidades” .





Según cuentan algunos campesinos que se quedaron, con miedo, la palma empezó a crecer cuando la mayoría estaban desplazados por la polémica Operación Génesis en el 97, bastante cuestionada por su actuar junto a paramilitares. En otras zonas aparecieron otros monocultivos, como el Primitivo, también llamado Banano Baby. Las plantaciones están en La Balsa, en los territorios de las comunidades del río Cacarica, junto a la frontera con Panamá. Parece ser que es allí donde decidió “invertir” El Alemán. Por todo esto, y desde el 2003, las comunidades tienen medidas especiales de protección otorgadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, perteneciente a la OEA.

 


El procurador general de la nación Edgardo Maya informó, en Octubre pasado y en referencia al Proyecto de Ley del Estatuto de Desarrollo Rural planeado por el gobierno: “Pareciera que su principal objetivo (el del Proyecto de Ley) fuese legitimar los cultivos de palma en territorios de los Consejos Comunitarios de Jiguamiandó, Curvaradó y Alto Mira y Frontera (Chocó) , desarrollados sin el consentimiento de sus autoridades legítimas (Ley 70) en el marco de sistemáticas y recurrentes violaciones a los derechos humanos, los cuales, además, han propiciado las amenazas y asesinatos contra quienes se oponen a ellos (los cultivos de palma)”. Resumiendo, la procuraduría advirtió que ese Proyecto de Ley tan cuestionado podría legalizar predios “adquiridos” ilegalmente por las paramilitares, además de avisar sobre “un modo de adquisición tan abierto que puede degenerar en la legalización de formas de expoliación de la tierra o lavado de activos (narcotráfico)”.



La Defensoría y la Procuraduría confirmaron también que todo el río Atrato y sus cuencas y afluyentes pertenecen a la Cuenca del Pacífico y, por tanto, están calificados como Zona de Reserva Forestal, algo que rompe con la idea de cualquier monocultivo, sistemas productivos muy agresivos con el medio ambiente, y más con la espectacular biodiversidad que todavía subsiste ya que la capacidad de generar biomasa de esta tierra está a la par con las zonas más ricas del planeta. Además, hay oro, platino, molibdeno, carbón…


 


Entre el grupo de extranjeros que apoyó simbólicamente y registró el corte de la palma estaban las estadounidenses Charity Reyson y Liz Deligio, y el conocido sacerdote y catedrático de sociología Francois Houtart, que realiza una investigación sobre los efectos de la palma en el mundo. Houtart, teórico de la liberación, es presidente de la Liga Internacional para la Liberación de los Pueblos. Los tres son miembros de la Comisión Ética Internacional para Colombia. El día de su presentación en marzo pasado integrantes de dicha comisión ética explicaron su misión: “ salvaguardar la memoria de las víctimas, acompañar sus iniciativas de dignificación y presentar todo su trabajo documental y propositivo a una Comisión de la Verdad que se constituya en un futuro en Colombia”. A los pocos días de comenzar a tumbar las palmas aparecieron las primeras pintadas por la zona: “ Fuera gringos de Urabá” y “Muerte a gringos”.

Continúa en: Parte II. Los palmeros, Uribe, el ejército y los ecologistas.

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